viernes, 29 de noviembre de 2013

MEDITACIÓN
 
ESTANDO CONMIGO MISMA
 

A raíz del artículo sobre la meditación aparecido el domingo pasado en el diario El Mundo, es mucha la gente que nos está contactando para preguntarnos por los talleres mensuales y las clases semanales. Además, nos preguntan qué es meditar, si es fácil, si es difícil, si ellos podrán, qué clase de meditación hacemos...

En lugar de contestar a esas preguntas, me descubro insistiendo en que meditar es para todos, no para unos pocos elegidos. Todos tenemos la capacidad de hacerlo y me atrevo a decir que casi todos, la necesidad. Para vivir lo que denominamos estado meditativo, hay innumerables técnicas y cada uno podemos ir probando y descubriendo cuál nos facilita el estar con nosotros mismos en la acepción más amplia del concepto.

La manera más sencilla que yo he encontrado para meditar es mi cuerpo, pues el flujo de pensamientos se hace más lento cuando mi atención plena está en sentirlo a través de los estiramientos y las posturas, del aire que entra y sale de mi cuerpo y lo mueve o de mi relación con mis sentidos.

No me tengo que empeñar en ello, sencillamente sucede.
No es mi  objetivo, pero a veces se da.
No es complicado, solo lo tengo que permitir.

Resulta que, si no pongo mi atención en alimentar mi flujo de pensamientos, estos se ralentizan, languidecen y... dan paso al silencio. De repente, puedo darme cuenta de que he estado en el espacio entre los pensamientos y que he sentido verdadera quietud y verdadero gozo de existir.


 
Olga Cadenas Delgado
Profesora de yoga
Monitora de Estiramientos de cadenas musculares
Facilitadora de Trabajo con el potencial corporal
Co-directora del centro DeYoga

sábado, 7 de septiembre de 2013

LOS NIÑOS Y EL YOGA

 

A veces nos preguntamos qué sentido tiene que los niños hagan yoga...

 
¿Tal vez sea una buena oportunidad para ellos de jugar, de relacionarse y aprender a resolver conflictos, de relajarse de las exigencias que ya soportan desde temprana edad? En definitiva, ¿de estar abiertos a la Vida, de intentar no perder esa naturalidad con la que todos nacemos y que, luego, de mayores tanto nos afanamos en recuperar?
 
 
En nuestro centro, no queremos sobrecargarlos con actividades extraescolares ni imponerles más horarios, así que apostamos por una hora semanal de encuentro grupal y nos parece que es suficiente, que luego hay que dejarles tiempos de no hacer, de estar en casa consigo mismos, incluso de aburrirse (bendito aburrimiento que tanta imaginación y creatividad despierta)

 
En las sesiones, hay un ratito para cada cosa, para jugar, para practicar posturas y tomar conciencia de la respiración, para pintar, contar cuentos, cantar mantras, hacer relajaciones...
 
¿Y los beneficios? ¿Eh? ¿Qué beneficios tiene esto para los niños? ¿Mi hijo se va a concentrar más y va a sacar mejores notas? ¿Va a estar más tranquilito y va a dejar de darme la tabarra? Pues miren ustedes, esto no son matemáticas, aquí no hay recetas ni promesas que hacer, esto es pura experimentación, sin resultados previsibles porque cada niño es un mundo, así que vivirá las clases y sus beneficios de manera distinta y lo rico es ir viendo a cada uno en su unicidad y en su perfección, cómo se encuentra al cabo de unos cuantos meses de práctica, qué comparte en el centro, qué cuenta en casa...

 
Y, además y sobre todo, queremos dejar claro que nosotras no queremos mejorar a ningún niño/ser humano sino, más bien, todo lo contrario, liberar de esa exigencia a todo el que pase por aquí porque todos somos ya perfectos tal y como somos.
Nuestra propuesta de clase de yoga para niños va en la línea del acompañamiento, del respeto a quien cada uno es para poder ayudar a que cada quien se abra y florezca en todo su potencial

 
Nuestras sesiones tienen lugar los lunes a las 17.00h (de 3 a 6 años) y lunes a las 18.00h (7 a 12 años)