lunes, 6 de febrero de 2012

Godfrey Devereux, creador del yoga dinámico

 

El cuerpo vence a la mente


Este yogui escocés viaja por todo el mundo para difundir las prédicas del sistema que ideó hace más de una década. Quién escuche a Godfrey percibirá su discurso desafiante, pronunciado con tono suave y sonrisa amable, pero todo un alegato en favor de la práctica del yoga dinámico como alternativa a otros modelos que Devereux critica sin pudor. Y repite como un mantra un consejo para mejorar la práctica de yoga: ‘debes cultivar la sensibilidad a las sensaciones que el cuerpo genera en este preciso momento’.  

Godfrey Devereux abomina de la figura del maestro de yoga al que sus pupilos idolatran y obedecen en cada una de sus normas. Los alumnos que asisten a los talleres y cursos que imparte reciben como primera enseñanza un exhorto para que duden de cualquier profesor, incluido de él mismo, y que solo confíen en la propia experiencia. En lo que sus cuerpos le revelan, porque Godfrey apela a que el practicante se libere de la ‘tiranía de la mente’ y deje que su cuerpo se exprese. En su opinión no es cuestión de cantidad, no de calidad. Aboga por una práctica para  todos. ‘El futuro del yoga está al alcance de cualquiera’.

¿Cuál es la naturaleza de la inteligencia del cuerpo?
Vivimos inmersos en una cultura que, incluso de manera inconsciente, niega el valor y naturaleza del cuerpo. Al mismo tiempo, y también incluso inconscientemente, se otorga demasiada autoridad al conocimiento y la información. Cuando la mente pierde contacto con sus orígenes en la inteligencia y naturaleza, y su fuente de inteligencia de consciencia se convierte en un niño caprichoso que quiere más y más de lo que no necesita, sin que el acaparar llegue a un fin. Para liberarse, la mente ha de desear retarse tan profundamente como sea posible. La inteligencia del cuerpo brinda el contexto perfecto para conseguirlo.

Algunos se refieren al yoga como ‘un camino hacia la perfección’. Tú, en cambio, consideras que cada uno es perfecto tal y como es. Entonces, ¿el yoga no nos hace mejorar, ser ‘más perfectos’?
Creo que hay mucha confusión en torno a lo que significa que eres perfecto tal y como eres.  Eso es lo que exactamente quiere decir, que no necesitamos luchar para llegar a ser algo que nos creemos capaces de ser. Claro, que esto no implica que no seamos capaces ni de aprender ni de cambiar. Por supuesto que lo somos. Incluso podemos aprender a cambiar en una dirección concreta, pero nunca podremos ser más perfectos de lo que siempre hemos sido.   

En el yoga, como en la propia vida, la respiración es básica. Algunos sistemas de yoga controlan la respiración. El yoga dinámico apuesta por su libre e inconsciente fluir.
En mi opinión, todos hemos aprendido a respirar de forma ineficaz. La mayoría de forma inconsciente, en respuesta a las dificultades y avatares de la vida, pero también de manera consciente y con frecuencia en el nombre del yoga. Con el objetivo de que la respiración aporte el máximo posible de nutrientes, que por necesidad tiene que exigir el menor coste posible de esfuerzo, debe ser liberada de toda imposición. Una imposición que es sutil, profunda y casi inconsciente por completo. Solo puede liberarse volviéndose íntimo con su presencia, lo que solo llega cuando nos hacemos íntimos con la experiencia de nuestra respiración como tal, ahora.

Cuando hablas de yoga dinámico, criticas otras prácticas de yoga que se han extendido por todo el mundo y cuentan con miles de seguidores. ¿Por qué estos modelos de yoga no son beneficiosos?
Yo afirmo que cualquier aproximación a la práctica del yoga postural que no se base en la inteligencia del cuerpo no será nutritiva ni para el cuerpo ni para la mente, aunque pueda provocar un orgullo ocasional y pasajero y cierta satisfacción endeble. En realidad la mayoría de las aproximaciones al yoga no están basadas en la inteligencia del cuerpo, y por tanto no aportan ninguna satisfacción profunda a la mente o al cuerpo. La naturaleza del cuerpo y sus limitaciones imponen de manera clara y fácilmente reconocible las restricciones a qué y cómo se ha de utilizar el cuerpo en la práctica de yoga.
Entonces, ¿qué debe incluir una práctica de yoga para que resulte beneficiosa?
Un sistema de yoga postural que pueda aportar satisfacción genuina, profunda y duradera debes estar basado directa y exclusivamente en la inteligencia del cuerpo, en sus limitaciones funcionales y estructurales como en sus posibilidades. Al mismo tiempo, debe ser capaz de utilizar esa inteligencia para acceder a su fuente de conocimiento. Al estar basado en el cuerpo, ha de expresarse en la práctica la secuencialidad progresiva de la repetición, en la que el cuerpo es capaz de recalibrarse al tiempo que la mente. Esto no deja muchas opciones de elección. La mayoría de los sistemas de yoga no son en ninguna forma métodos de aprendizaje, y es raro que alguno de ellos aporte algo más que la satisfacción superficial por las endorfinas inducidas de forma agresiva, la hipnosis esotérica o una infundada identidad tribal.  
 

Errar es de profesores
 
Sabemos que criticas la relación jerárquica del maestro de yoga y sus alumnos y la visión del profesor infalible. ¿Cuál es el error más común en los profesores de yoga?
El más común es creer que poseen algún tipo de autoridad por lo que en general es el incoherente conocimiento que han introducido en sus mentes conscientes, mientras permanecen completamente ignorantes al papel real que la mente consciente juega en la experiencia humana.

¿Cuáles son las condiciones para ser un buen maestro de yoga?
Para convertirse en un buen profesor de yoga ha de redefinirse la propia experiencia del cuerpo, la mente y la conciencia como para comprender la profundidad y sutilidad de la relación, lo bastante como para ser capaces de guiar a otros hacia las ineludibles restricciones que imponen sus naturalezas. El profesor da indicaciones, de forma receptiva, táctil y móvil. Nada más.  

Desde el punto de vista del alumno, ¿qué errores se cometen en su acercamiento al yoga?
Sin duda, confiar más en su profesor que en la inteligencia del propio cuerpo. Además, el estudiante de yoga siempre se está buscando a sí mismo, pero no sabe dónde, cómo ni qué buscar.
¿Con qué actitud ha de practicarse yoga?
Siempre es un reto profundizar en lo que eres realmente, tanto como gratificante. Si se afronta el yoga como un proceso de autoperfección, no será nunca capaz de aportar más que la satisfacción fugaz y superficial. Si se asume como una indagación generosa, sensitiva, honesta, abierta e íntima, y se hace de forma profunda y prolongada aportará satisfacción total y permanente, sin importar las condiciones iniciales.

En lo práctico, ¿cuál es el mejor momento para practicar?
La mejor hora para practicar yoga es siempre ahora.

¿Qué actitud es la idónea para la meditación?
La mejor actitud para la meditación es la misma que para la práctica del yoga postural y la misma vida: sensitiva, honesta, abierta, íntima, y de generosa indagación. La meditación no es una técnica, y se ha de gozar cuando apetezca hacerlo.

Te dedicas a la investigación en el yoga, ¿cómo valoras tu propia vida?
Mi vida no es más que un momentáneo pero indispensable temblor en los ritmos del amor.

2 comentarios:

  1. esta entrevista fue hecha por el periodista Víctor Medina y habría de ser referida y acreditada como tal

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  2. fue realizada para la revista yoga+

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