jueves, 23 de febrero de 2012

ENTREVISTA: Jérôme Lamarlère, fundador de Asociación Española de Vipassana




Ahora que la meditación es objeto de culto y de revisionismo en Occidente, gentes como Jérôme Lamarlère se esfuerzan por mantener la tradición. Psicoperapeuta y Analista Corporal de la Relación, es un apasionado defensor de la meditación Vipassana. “Llevar la mente a la verdadera naturaleza de las cosas”, resume Lamarlère, parafraseando a Buda, para explicar en qué consiste esta técnica de meditación. Cada dos semanas, contamos con Jérôme y Federico Oliver en DeYoga para celebrar un taller de meditación con todo el sabor y dedicación de la tradición budista.

Jérôme Lamarlère fundó hace casi dos décadas la Asociación Española de Vipassana (/www.meditacionvipassana.com) y desde entonces organiza retiros de meditación y clases en varios países. De familia fancesa, ha viajado por varios puntos del continente asiático en busca de la pureza de la meditación como alivio a un mundo de sufrimiento. Su receta para aliviar el dolor, “mejorar nuestro comportamiento, lo que da más paz a la mente. Desde esa paz podemos entender mejor la naturaleza de las cosas y empezar a apegarnos menos. Comportamiento correcto, calma mental y desarrollar la sabiduría”.

¿Cómo fue tu primer contacto con el mundo de la meditación?
Fue a los veinte años, leí un libro sobre zen y decidí marchar de viaje a Asia. En Tailandia, fuí a Suan Mokkh  el monasterio de Ajahn Buddhadasa, con el que tuve un encuentro muy impactante. Buddhadasa era considerado Buda en Tailandia y tanto su presencia como sus enseñanzas eran impresionantes. Me cautivó la simplicidad con la que vivían estos monjes en el bosque, de forma tan natural. Su tranquilidad y generosidad, porque allí nadie pagaba por la estancia, comías con ellos de lo que mendigaban. Era muy sorprendente que no esperasen nada de ti.

Al volver a Madrid, me costó mantener la práctica, pero volví a menudo al monasterio, a veces por largas temporadas, otras de paso. Ahora suelo ir todos los años. También me intereso por el Zen, el Budismo Tibetano, incluso el Hinduismo, el Sufismo, ...


¿Contaste con un maestro para meditar o te lanzaste por tu cuenta?
En el Budismo Theravada, que sigue las enseñanzas de tiempos  del  Buda, no se contempla la figura del maestro tal como se nos representa habitualmente en películas, etc.. Lo que existe  es  lo  que llaman kalyana-mitta o buen amigo, esa  persona  mas avanzada a la que recurres cuando tienes una duda  o dificultad.  Es un apoyo importante, mas aún cuando empiezas.  Pero la relación con kalyana-mitta no tiene porque ser la propia de maestro-discípulo, donde el maestro siempre está pendiente del discípulo.  Personalmente, tuve la suerte de compartir años de vida con monjes muy experimentados, aparte de Buddhadasa.  

¿Cómo le explicarías a un profano en la materia qué es la meditación?
La meditación es una palabra que engloba muchas técnicas de muchas épocas y tradiciones. Por ejemplo, si hablas con un cristiano, te dirá que meditar es reflexionar sobre un tema concreto. La gente tiene ideas distintas sobre la meditación. Todo el mundo llega con falsas creencias al respecto. La más común es pensar que la meditación es una huída, una evasión. Cuando es precisamente lo contrario, las personas que meditan verdaderamente son personas que dejan de huir, porque al entrar en silencio y evitar distracciones, uno no se evade. La mente empieza a hablarte de muchas cosas que normalmente no quieres escuchar.

Para nosotros, meditar es aprender a estar con uno, con el propio cuerpo, la mente, descubrirse y aprender a respetarse para no tener que huir. Aprender a estar con todo lo que aparece, manteniendo la ecuanimidad. Puede ser de muy variado signo, desde mucha calma a mucha agitación, mucho placer o mucho dolor, incluso aburrimiento. Enseñamos a la mente a contemplar lo que ocurre sin apegarse, y a volver a nuestro primer objeto de atención: la respiración. Se va calmando y concentrando. A partir de ahí investigamos las sensaciones, la mente y sus estados, la impermanencia, etc...  Vipassana es llevar la mente a ver la verdadera naturaleza de las cosas, según palabras del Buda.

¿Es difícil meditar?
Depende de cada uno. Nos llegan personas a las que mantener una postura sentada en el suelo les resulta relativamente fácil, en cambio para otros es imposible. He conocido personas a las que desde el inicio medtiar les ha sido sencillo, como si hubiera una buena disposición física y mental. Hay otras a las que les ocurre lo opuesto. La mayoría están en un punto medio. Cada uno de nosotros tiene su propia mente, formateada de manera individual, y eso determina la meditación. Pero si la persona quiere verdaderamente meditar, irá venciendo todas las dificultades poco a poco.


¿Cuáles son los enemigos, los obstáculos que una persona de hoy día tiene que salvar a la hora de meditar?
Un maestro hinduísta decía que no hay enemigos externos. Coincido con esto, los enemigos se crean en nuestra mente-corazón. Y uno de los enemigos más frecuentes en Occidente es dejarte llevar por el estrés y la agitación mental. La mayoría de las personas vienen buscando paz mental, porque su mente está demasiado agitada, no descansan.


¿Es más complicado meditar en un mundo como el nuestro, sumergidos en el ruido de la gran ciudad y bajo el imperio de la tecnología y lo moderno? Se me ocurre que quizá tiene menos mérito meditar en la placidez de un retiro monacal.
Cada situación tiene puntos favorables y desfavorables. Ninguna situación es perfecta, y nosotros planteamos la meditación en cualquier sitio por igual. Tomar conciencia de la situación que hay, trascender las condiciones, ya sean favorables o desfavorables. Aunque un entorno que a priori se antoja favorable, como el natural, surgen dificultades: el viento, los sonidos de los animales, los insectos, etc... pueden distraer. Cada situación tiene sus peculiaridades. Hay que aceptar las perturbaciones y poder ir más allá de eso, porque si no la práctica pierde su sentido de liberación. Más que buscar el mejor sitio para meditar se trata de meditar allí donde estés, con lo que haya. Esa es nuestra práctica.

Este momento de crisis en que nos encontramos, ¿hace que la meditación sea más necesaria?
Esta crisis da que pensar a la gente, y en ese sentido les puede mover a acercarse a algo más real que lo vivido hasta ahora. En España por ejemplo, la cultura del pelotazo (enriquecerse rápido) y la burbuja inmobiliaria están basadas en algo irreal. Que las personas acudan a algo  más  real y a valores más interesantes por su valía, va en la buena dirección para calmarse.
Económicamente se generan muchas dificultades y sufrimiento, pero es el  momento para darse cuenta de lo que vale la pena y lo que no. En eso la crisis es positiva.
En nuestra  Asociación  ya notamos antes de la crisis que había un cambio. Últimamente, acudían a nosotros personas  “más normales”, como empleados de banca, de aseguradoras, funcionarios... cuando antes sólo venía gente muy especial, que habían viajado mucho, estudiosos de la materia, ...  Desde hace más de cinco años tenemos todo tipo de personas, y eso es una buena señal, la meditación está cobrando sentido para la sociedad en general. Cuando era joven, en la España de los 80, la gente te miraba muy extrañada si decías que hacías yoga. Si hablabas de meditación, ni te cuento.


¿Cuál es el planteamiento de la meditación vipassana?
El planteamiento es que el hombre está sujeto a la ignorancia, no ve las cosas como son en verdad y por eso se apega a ellas, provocando mucho sufrimiento inútil. Para aliviar está situación tenemos que mejorar nuestro comportamiento porque esto da más paz a la mente, desde esa paz podemos entender mejor la naturaleza de las cosas y empezar a apegarnos menos. Comportamiento correcto, calma mental y desarrollar la sabiduría, es el camino de liberación que traza el Buda. En lo que a nosotros se refiere nuestras principales fuentes son dos grandes maestros tailandeses,  Ajahn Buddhadasa y Ajahn Chah, que hicieron una labor de investigación enorme durante su vida y reformaron el budismo para volver a una práctica mas acorde a tiempos del Buda.

¿Qué opinas de la visión occidental de la meditación, de las adaptaciones que desde nuestra sociedad se hacen de las técnicas orientales?
Precisamente que está cambiando mucho, que la meditación está pasando de ser algo extraño, a integrarse en nuestra sociedad como algo saludable. Por ejemplo en lo que se refiere a Vipassana, los occidentales han recogido la atención plena (mindfulness) y la visión clara o intuitiva (insight) para incorporarla a todo tipo de terapias, muchas veces con éxito. Es muy positivo que la sociedad empiece a valorar el tener mas consciencia en general y que el pensamiento intuitivo recupere su espacio junto al deductivo. Sin embargo es más difícil preservar la profunda sabiduría o espiritualidad de las técnicas orientales.
   
¿En qué consisten los retiros vipassana?
El retiro vipassana clásico es de 10/11 días, intensivo y en silencio. En ellos uno se entrena a prestar atención todo el día, incluso las 24h. Pero se pueden hacer retiros más largos, o más cortos. También hay gente que lleva mucho tiempo meditando y no hace retiros. Los retiros sirven para limpiar la mente (purificar) y llevar nuestra práctica más allá de lo habitual. El factor más importante es que, cuando estás en retiro, estás en silencio. Esto cambia toda la experiencia dándole mucha más profundidad.


¿Cómo imaginas un mundo en el que los gobernantes meditaran?
El mundo podría ser distinto, aunque seguiría siendo el mundo.  El ser humano está atrapado en sus impurezas mentales. La meditación permite a la gente tener mayor control e ir eliminando impurezas. Si los gobernantes y los ciudadanos meditaran, habría menos agresividad, menos codicia, menos depresión, menos miedo... La meditación plantea a quién la practica si quiere ser un hombre o una mujer mejor. Es despertar y darse cuenta de lo que es un ser humano y llevarlo a la plena realización.

¿Qué consejo darías a alguien que se inicia en la meditación?
Que no se apegue a lo que vive, que no se identifique con lo que vive. Pero no lo va a entender (risas).
En la meditación, más que juzgar lo que hacemos, nos hacemos mas conscientes de lo que hacemos. Es bueno tener una disciplina estable y meditar todos los días, pero lo importante es no quedarse ahí, porque meditar media hora al día no es suficiente. Tenemos que mantener la atención todo el día, en la medida de lo posible y tomar consciencia de nuestra propia mirada, que estamos proyectando sobre el mundo. Y luego ver en que es correcta y en que no, salir de la ignorancia, de lo falso.

 

1 comentario:

  1. Me ha gustado la entrevista y me alegro de que haya gente en Madrid enseñando meditación en las tradiciones de Ajahn Buddhadasa y Ajahn Chah.

    Mis mejores deseos para que esta práctica prospere en un lugar donde nos hace mucha falta.

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